¿Qué puede unir a las empresas, los consumidores y los bancos en la lucha por la sostenibilidad medioambiental? La clave que fusiona a unos y otros está en un producto financiero cada vez más presente en la industria bancaria española, los créditos o préstamos verdes.
Los préstamos verdes son un producto financiero con una particularidad. Como su nombre indica, son préstamos de dinero que se solicitan a las diferentes entidades bancarias que los ofrecen. Pero, a diferencia de otros créditos, estos están orientados y marcados de forma muy específica por el objeto para el que son pedidos. Los préstamos verdes tienen que tener como destino el consumo igualmente verde.
Ya sea para pagar electrodomésticos más eficientes o para hacerse con un coche eléctrico o ya sea para mejorar la eficiencia energética de un local o de una vivienda o para modificar los sistemas energéticos (por ejemplo, introduciendo paneles solares o sistemas de calefacción medioambientalmente responsables), tanto consumidores como autónomos y negocios pueden solicitar este tipo de préstamos bancarios.
Siempre que su objetivo final sea el de financiar el consumo sostenible (en un sentido muy amplio en lo que a nichos de mercado y pautas de consumo toca) se pueden pedir estos créditos.
Los préstamos verdes son también auditados por consultores medioambientales, que se encargan de hacer un seguimiento y de determinar si cumplen o no con los principios de sostenibilidad medioambiental.
Dado que los préstamos no están limitados a los ciudadanos, las empresas y los autónomos pueden pedirlos también para financiar diferentes actividades y diferentes acciones. Por ejemplo, el BBVA concedió a Iberdrola un préstamo verde de 500 millones de euros a principios de 2017. La compañía eléctrica solicitó la línea de financiación vinculándola a varios proyectos de eficiencia energética y de energías renovables.
Este fue el primero de los grandes préstamos verdes y por tanto el que llenó titulares, pero no el único. Durante 2017, las entidades bancarias cerraron en España 11 operaciones de financiamiento sostenible con 10 empresas y organismos. En total, prestaron 3.000 millones de euros con estos productos verdes y destinadas, por tanto, a la eficiencia y la sostenibilidad.
Además, cada vez son más los bancos que ofrecen este tipo de servicios. BBVA es quien lidera el mercado de los préstamos verdes en España, siendo quien ha dado más dinero en créditos verdes a grandes empresas, seguido por ING. Estos dos bancos son además simplemente los primeros de la lista entre las entidades que cuentan con este tipo de productos financieros y que los ofrecen a empresas, autónomos y consumidores.
No solo los grandes bancos tienen préstamos verdes o productos para fines ecológicos, sino que también entidades más pequeñas y cajas de ahorro cuentan con ellos. Bankia, por poner otro ejemplo, tiene una línea para particulares y autónomos que cubre desde la compra de vehículos ecológicos a las reformas de viviendas para ahorrar energía pasando por la adquisición de maquinaria eficiente.
Caixa Ontinyent, por añadir un nombre más pequeño al listado, cuenta con una línea verde para financiar reformas de mejora en eficiencia energética en viviendas. Otro punto interesante de los préstamos verdes es que, según datos de los comparadores de préstamos, suelen tener tipos de interés más bajos que las líneas de crédito tradicionales.
Los analistas creen, además, que el futuro de los préstamos verdes es muy positivo y que el mercado crecerá en los próximos años, tanto al menos como para ser igual de grande que el de los bonos verdes