LA NIÑA MARIPOSA, JULIA BUTTERLFLY HILL

Julia Hill, más conocida como Julia Butterfly Hill es una activista ambiental estadounidense de 43 años, reconocida mundialmente por vivir casi dos años sobre una secuoya para evitar su derribo.

Butterfly no es más que un mote que sus padres decidieron ponerle a los siete años cuando un día mientras estaba de marcha con su familia, una mariposa se posó en su hombro, permaneciendo sobre él el resto de la caminata, algo bastante curioso e inusual.  Años más tarde, Julia quiso devolverle este gesto a la naturaleza.

En 1985 comenzaron las protestas en contra de Pacific Lumber, empresa que intentaba destruir el bosque de Redwood, un bosque de 60 mil hectáreas pobladas por milenarias secuoyas. Pero no fue hasta 1996, cuando Julia Hill decide involucrarse a esta causa ambiental.

Sucedió tras sufrir un accidente de coche, en el que el volante quedó incrustado en su cráneo. Fue necesario un año de terapias, en las que contemplaba los bosques californianos, para que recuperase el habla y la capacidad de andar. El accidente cambió su vida, la embarcó a una búsqueda espiritual, que le llevó al deseo de frenar la deforestación de las secuoyas.

Para evitar la tala del bosque ancestral, en diciembre de 1997, Julia Hill subió a una secuoya de 1500 años y 50 m de alto, a la que llamó Luna. Lo que ella pensaba que sería una sentada de dos o tres semanas, acabó convirtiéndose en su hogar, donde vivió durante 738 días.

Fueron casi dos años en los que tuvo que resistir a lluvias fuertes, vientos violentos, incluso enfermedades e infecciones, sobre dos plataformas de 3 m2 cubiertas por una lona impermeable. Además, contaba con un pequeño horno para cocinar, un cubo con una bolsa hermética para hacer sus necesidades y una esponja que utilizaba para recoger el agua de la lluvia o nieve para asearse.

LO QUE JULIA PENSABA QUE SERÍA UNA SENTADA DE UN PAR DE SEMANAS, ACABO SIENDO SU HOGAR DURANTE 738 DÍAS

En el invierno de 1998, Julia Butterfly aseguró haber oído ‘la voz de Luna’. Esto sucedió durante una fuerte tormenta, los vientos empujaron a Julia arrojándola al vacío, en ese momento, escuchó “sólo las ramas que son rígidas se rompen”. Desde ese día, trasladó su campamento a las ramas más flexibles y jóvenes de Luna, que acabaron siendo las más resistentes.

Durante ese tiempo, la comunicación tanto con los medios, a los que concedía entrevistas radiofónicas, como con su equipo, se realizaba mediante un teléfono móvil que se cargaba mediante energía solar.  Su equipo de apoyo se dedicaba a suministrarle alimentos y víveres para hacer posible su supervivencia.

En 1999, Julia logró llegar a un acuerdo con Pacific Lumber, que consistía en preservar a Luna y todos aquellos árboles que se encontrasen en un radio de 100 metros a la redonda.

FINALMENTE EN 1999, JULIA BUTTERFLY CONSIGUIÓ LLEGAR A UN ACUERDO CON PACIFIC LUMBER

Julia Hill quiso compartir su experiencia y escribió sobre papel reciclado ‘El Legado de Luna: La historia de una mujer, una secuoya y la lucha por salvar el bosque’. Todos los fondos recaudados fueron destinados a la preservación de los bosques.

Actualmente, Julia da charlas alrededor de todo el mundo sobre su experiencia, está a cargo de su propia fundación ‘Circle of Life’ y lidera proyectos para salvar los bosques y selvas del mundo.

Para más información, visita Julia Butterlfly Hill


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