Nació en Palma de Mallorca (1989), número uno de su promoción en Cambridge en la especialidad de Ingeniero en Energía y Medio Ambiente. Es miembro de la Red Equo Joven desde 2011 y actualmente es director general de energía y cambio climático del Govern Balear, cargo que ocupa desde 2015.
Su reto, un modelo basado en las energías renovables 100%.
Recientemente junto con el Conseller Marc Pons i Pons, presentaban el Plan de Baleares 0 emisiones para 2050. ¿Cuáles son las principales líneas de actuación?
Llegar a las emisiones cero supone dar la vuelta completamente al sistema energético, sobre todo en unas islas como Baleares, con una elevada dependencia energética exterior y una dependencia tan elevada del vehículo privado.
En la práctica, supone, en primer lugar, la perspectiva climática en todas las políticas y decisiones públicas. Cuando las administraciones públicas planifican – sean infraestructuras, inversiones, planes de acción… – ya estamos acostumbrados a que tengan que analizar el impacto económico. ¿Costará más, o supondrá más ingresos para la administración? La propuesta que hacemos es que también deban analizar qué impacto tendrá sobre el consumo energético, el uso de combustibles fósiles y la vulnerabilidad frente al cambio climático.
En segundo lugar, debemos replantearnos cómo nos desplazamos por las islas y entre islas, planificando un transporte público que sea una auténtica alternativa atractiva para los usuarios y preparando el terreno para el despliegue del vehículo eléctrico. De hecho, estos años nos hemos convertido en el territorio del estado con más puntos de carga de coche eléctrico por habitante.
Y, por último, es fundamental que la energía que usamos – en los edificios, las industrias y la movilidad – sea de origen renovable. En esta línea trabajamos para simplificar trámites, descontar impuestos y dar ayudas a aquellas familias y empresas que apuestan por las renovables.
Sabemos que eres activista y defensor de un modelo energético basado en las renovables y la sostenibilidad. ¿Háblanos de #revoleution…o guía rápida para cambiar el mundo…? ¿y de Equo? ¿Qué es?
En Europa, los partidos Verdes han sido fundamentales para impulsar políticas que permitan hacer compatible el desarrollo humano y económico con los límites físicos del planeta.
Incluso cuando no han gobernado, han sido capaces de introducir en la agenda política y en los planteamientos de partidos más “mainstream” conceptos como la transición energética.
A nivel estatal, en España faltaba un referente político de este tipo. Entre 2010 y 2011, sin embargo, nació EQUO, sobre las bases de la ecología política, la equidad social y la radicalidad (entendido como el querer ir a la raíz) democrática. Ya nació con planteamientos que ahora nos parecen normales, pero eran poco convencionales antes de movimientos como el 15M, como son una apuesta clara por la transparencia, la toma de decisiones de forma colectiva y las primarias como forma habitual de escoger candidatos o cargos internos. Desde el inicio, tuve ocasión de formar parte de la fundación de la Red EQUO Joven, colectivo juvenil del partido con la vocación de crear un espacio de formación, de intercambio de ideas y de propuesta política.
En paralelo, nacía en las islas IniciativaVerds, que sería el referente de EQUO a nivel insular. A día de hoy, IniciativaVerds forma parte esencial del movimiento ecosoberanista MÉS que, desde ayuntamientos, Consells Insulares y Govern autonómico, está desplegando políticas ecologistas en todos los ámbitos.
El ámbito político ecologista es probablemente el más internacionalista: al fin y al cabo, los problemas ambientales o de sobreexplotación de recursos no se detienen en las fronteras nacionales, como demuestran políticas como la lucha contra el cambio climático o incluso la directiva marco del agua, que obliga a gestionar el agua por las líneas que definen las cuencas hidrográficas y no las fronteras nacionales. Es por ello, por ejemplo, que el primer partido político de ámbito europeo en formarse fue el Partido Verde Europeo, antes que otros partidos más mayoritarios como el Partido Popular Europeo o el Partido de los Socialistas Europeos.
En este sentido, tuve la ocasión de presentarme como candidato a las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 y hacer campaña no solo a nivel local y estatal, sino también de forma coordinada con las juventudes de los otros países de la Unión Europea. Fue una campaña complicada porque nos esforzamos por trasladar el debate a aquello que se estaba decidiendo realmente – el futuro de la Unión Europea y las políticas que se redactan en Estrasburgo y Bruselas – mientras que otros partidos, y especialmente los medios, insistían en basarlo todo en debates nacionales y personalistas.
En cualquier caso, fue una campaña ilusionante precisamente porque permitió hacer mucha pedagogía e incidir en debates – desde la solidaridad entre países europeos o derechos civiles a la lucha contra el cambio climático – que realmente tienen su foco de toma de decisiones en Bruselas y no tanto en Madrid o Palma. Y no fue en vano: el eurodiputado de EQUO que resultó de esas elecciones está permitiendo llevar al centro de la Unión Europea asuntos desde las prospecciones petrolíferas en el mediterráneo a la transición energética en las islas.
Hay una cifra que sabemos que te tiene preocupado, el 2% de generación con energías renovables que actualmente tiene Baleares. ¿A qué se debe ese retraso? ¿Cuál es el potencial real que tienen las Islas?
Efectivamente, la aportación de energías renovables en Baleares ahora mismo es ínfima. De hecho, somos la comunidad autónoma con menor proporción de renovables de todo el estado.
Yo creo que uno de los retos a los que nos enfrentamos es que no terminamos de entender el impacto de nuestro consumo energético – al fin y al cabo, la central de carbón de Alcudia ya está ahí y la tenemos asumida, y el recorrido que hace el combustible desde la mina hasta la central ni lo vemos. Es por eso que a pesar de que todos estamos “a favor de las renovables” en general, cuando se nos plantea un proyecto concreto, sea donde sea en Baleares, nos parece excesivo.
Uno de los retos a los que nos enfrentamos, es que no terminamos de entender el impacto de nuestro consumo energético.
Debemos ser capaces de no confundir impacto visual (que al final es subjetivo) de impacto ambiental, y de entender que las renovables son compatibles con el territorio. De hecho, ahora mismo hay una cuarentena de pequeños proyectos solares distribuidos por las islas, y prácticamente nadie sabe que están ahí.
Y no se trata de cubrir las islas de placas o de molinos: con un 1,5% del territorio cubierto con placas solares, generaríamos el 100% de nuestras necesidades de electricidad. Teniendo en cuenta que una parte importante de ese 1,5% debe estar encima de tejados o espacios urbanizados, y que cada molino o aerogenerador supone evitar aproximadamente 2 hectáreas de placas, nos damos cuenta de que llegar a un escenario 100% renovable es más que posible.
Con un 1,5% del territorio cubierto con placas solares, generaríamos el 100% de nuestras necesidades de electricidad
Ya en el año 2015 te escuchamos una frase con la que llevas batallando todo este tiempo: -Con el clima que tenemos en las Islas Baleares sería vergonzoso no apostar por la energía solar-, ¿es un llamamiento a la coherencia? ¿Ha cambiado algo desde entonces?
Efectivamente, no tiene ningún sentido que vivamos de exportar sol – en forma de producto turístico – pero que luego apenas lo aprovechemos energéticamente.
En estos dos años Balares se ha convertido en un sitio más amable para quienes apuestan por generar parte de su energía a partir del sol facilitando el proceso desde la administración a través de:
- Tramitación administrativa telemática y simplificada
- Ventanilla única
- Desgravaciones del IRPF del 15% de la inversión en energía solar en la vivienda habitual (y ahora lo subiremos al 50% de desgravación a partir del 2018)
- Préstamos y avales para PYMEs,
- Líneas de ayuda
Todo ello parece que ha dado su fruto:
A día de hoy en esta legislatura se han instalado unos 30.000m2 de placas solares en edificios públicos y privados, y vamos camino de duplicar esa cifra para finales de legislatura.
Además, se han ido tramitando proyectos de parques solares, reduciendo su extensión y su impacto ambiental y visual. Si se aprueban y ejecutan todos los proyectos que están en tramitación, pasaremos del 2% actual al 10% de producción de renovables.
¿Podemos en Baleares acercarnos a ese modelo de independencia energética del que hablas? ¿Cuáles son las claves principales?
No es solo posible sino necesario hacer ese cambio de modelo. Ya no solo por responsabilidad ambiental, sino también por una cuestión económica.
Ahora mismo cada año salen millones de euros de las islas para pagar las toneladas de carbón, gas y fuel que llegan. Además, nuestros costes y por tanto la solidez de nuestra economía depende del precio de esos combustibles, que dependen de mercados internacionales y de los países que los exportan.
Por eso un cambio de modelo hacia las renovables da a nuestra economía una mayor resiliencia ante factores externos y permite una diversificación del sistema energético. De modo que la factura de la luz que pagamos puede repercutir directamente en la economía local y creación de empresas y puestos de trabajo en vez de en la importación de combustibles fósiles.
Un cambio de modelo hacia las renovables da a nuestra economía una mayor resiliencia ante factores externos y permite una diversificación del sistema energético
Para ello, es importante una planificación, para que promotores de renovables y consumidores de energía sepan a qué atenerse, pero también es fundamental que el sector privado asuma su responsabilidad. Ya a día de hoy, apostar por la eficiencia energética o el autoconsumo – generar parte de las propias necesidades energéticas a partir de renovables – sale económicamente rentable. Solo es necesario que cada empresa analice su caso particular para ver de qué manera puede avanzar hacia ese modelo – y a la vez mejorar su cuenta de resultados.
Desde Dudia detectamos que falta un liderazgo claro por parte de las empresas y la administración para hacer frente al problema del cambio climático. ¿Percibe la población a qué consecuencias nos enfrentamos? ¿les llega el mensaje de manera sencilla a todas las capas de la sociedad para poder actuar? ¿Se está comunicando bien?
El cambio climático es una de las áreas en la que más investigación científica se ha desarrollado. No solo por parte de climatólogos, físicos o geógrafos, sino también en el ámbito de las ciencias sociales. Y lo que nos dicen muchos estudios es que al ser humano le cuesta responder ante problemas que percibe lejanos en el tiempo o aquellos que suponen una responsabilidad colectiva. Si a esto le sumamos la complejidad de nuestro sistema energético, es todavía más difícil reaccionar.
Ante esto mucha gente responda que no hay de qué preocuparse, que los niños y adolescentes de hoy en día ya vienen mentalizados y con el “chip” cambiado. Pero dada la urgencia, no podemos permitirnos esperar a esos niños y adolescentes, sino que tenemos que ir cambiando ya, en todos los ámbitos.
Las empresas tienen que ir analizando como reducir consumo energético y producir renovables (y en paralelo ahorrar dinero, como decíamos), las administraciones deben ir internalizando la necesidad de luchar contra el cambio climático en todas sus políticas, y la sociedad civil debe ir ampliando su discurso para incluir no solo lo que “no” hay que hacer, sino también qué es lo que sí debemos ir haciendo en su lugar.
Y aquí los medios de comunicación juegan un papel esencial, pero no siempre están a la altura.
Te seguimos de cerca y con atención en redes sociales en la que queda muy claro tu posicionamiento y voz al respecto. Nos ha llamado la atención un Tweet en el que comentabas:
Ahora mismo en… (no vamos a dar el nombre de la cadena):
– ¡Record de ciclones!
– ¡Record de incendios!
– ¡La vendimia ha cambiado!
Y casi sin mención al cambio climático
¿Falta un claro liderazgo?
Esto es a lo que me refería. ¿Un incendio o un verano caluroso concreto son por culpa del cambio climático? No podemos afirmarlo, pero sí podemos afirmar que el cambio climático hace que ese tipo de eventos sean más frecuentes e intensos. Entonces, cuando hablamos de cosas comprensibles y accesibles como las sequías, inundaciones, olas de calor, problemas respiratorios o incluso invasiones de medusas, ¿qué cuesta explicar que este tipo de cosas se están agravando por culpa del cambio climático – y, al fin y al cabo, por culpa de nuestras emisiones de CO2?
¿Sigues pensando que si se cambia el chip podemos acercarnos a una economía verde? ¿Está la conciencia verde española lejos del resto de Europa?
Totalmente. Economía verde al final es darnos cuenta de que por debajo de ese sistema tan complejo que hemos podido inventar como humanos que es la economía, hay otro más fundamental que es la capacidad de carga (o los “límites físicos”) del planeta… y adaptar la economía para que sea compatible con el medio en que se desarrolla. Y podemos llegar a ello por diferentes motivos: ahorro económico, imagen de marca, sostenibilidad a largo plazo del propio sistema económico, responsabilidad social y ambiental…
En cuanto a la conciencia verde, creo que seguimos enquistados en una falsa dicotomía economía vs ecología. “Lo ecológico es más caro”, “lo importante ahora es salir de la crisis, no el medio ambiente”… Creo que la preocupación por el medio y por dejar un planeta mejor a nuestros descendientes existe, pero a veces igual queda en un segundo plano si tenemos la percepción de que esos valores compiten con otros más urgentes o más importantes.
Por eso es importante recordar que la mejor manera de evitar futuras crisis económicas o sociales es atajando también la crisis ambiental.
Finalizamos con una frase tuya que nos hace pensar que tenemos posibilidades… “Sé el cambio que quieras ver”.
Agradecemos tu tiempo y dedicación, así como tu empeño hacia un modelo energético eficiente y sostenible.
Baleares tiene un plan, Baleares tiene a Joan Groizard.
Más info:
http://www.caib.es/govern/organigrama/area.do?lang=es&coduo=2390767
http://partidoequo.es/quienes-somos/
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